Este es un tema debatible y sobre todo, cuestionable para muchas personas. Nuestras páginas deben ser un espacio con el que nuestros seguidores se sientan identificados. Sin embargo, varios influencers y personas de los medios, se han encargado de inyectar “positivismo extremo” en sus mensajes, tachando así de ofensivo y sin respeto (en varias ocasiones).
La idea dentro de una página no es vender, vender, vender. Tampoco es llenar de mensajes llenos de esperanza todos los días, es saber jugar entre mensajes para motivar a tu público a alcanzar tus objetivos y entre líneas, convencerlos que tu marca, que tu, estarás tras ellos siempre, para apoyarlos y ayudarlos en ese camino. Eres una “marca amiga” que no los dejará solos.
Es necesario medir los mensajes que se van a enviar: aquellos felices, aquellos con un toque de seriedad, pero siempre, motivado a ser parte de los mejores momentos para nuestros clientes. El mensaje debe ser equilibrado y correcto. Debe ser impecable y directo.
Piensa tú, como usuario de redes sociales, como seguidor de determinado producto, qué es lo que esperas de esa marca, qué es lo que quieres leer y por qué te identificas con su mensaje. Las cuentas a las que sigues son aquellas que se han convertido en parte de tu día a día y de cierta manera, te llaman la atención sus mensajes. Es lo que debes crear: un mensaje empático y distinguido para tu gente.